Tres palabras y una
mentira
“El día que tú no ardas de amor,
muchos
morirán de frío”
François
Mauriac
-¡Dios mío! ¡Es una chatarra! Ríndete, has perdido dinero con ese intento
de Renault – Dijo Mick en tanto yo miraba mi auto “nuevo”.
- Jamás Mick, lo único que he perdido en mi vida fue mi virginidad –
Expliqué. –Y lo único que necesito es que alguien diga “Elizabeth James nunca
podrá hacerlo” y adivina: Yo voy es exactamente lo que hago – Agregue sonriendo
suficientemente convencida de mis capacidades.
- Oh, dios mío… Lita, nunca podrás hacerlo – Dijo Jade acercándose a mi
preciosura de auto.
- ¿Ya ves? – Pregunte mirando a Mick.
- Mi fe en ti es nula cuñada… Haz lo que quieras – Contesto el muchacho
sentándose en la escalinata que estaba frente a la puerta de mi casa.
- Tengo que tomar fotos de esto… - Dijo mi amiga tomando su cámara de
fotos de su bolsillo y fotografiándome en tanto yo empujaba el auto hacia
dentro del garaje.
Horas después, me encontraba con el mecánico quien fue a revisar mi auto,
ya que no podía sacarlo del garaje.
- ¿Tan malo es? – Pregunte al ver que el mecánico revisaba el motor del
auto y negaba con la cabeza.
- Pues, con solo mirarlo, se que tendrás que invertir más de $700 dólares
en el, solo para arreglarle… Si quieres pintarlo te costara $300 más – Explico
frunciendo sus labios hacia un lado.
- Esta bien, entonces ¿Cuándo estará arreglado? – Le interrogue
emocionada.
- Dos semanas, ya que necesito varios repuestos que tardaré en conseguir
– Contesto. – Aunque, solo te cobrare el arreglo y te lo pintare sin costo, si
tu me haces un tatuaje – Agrego sonriendo.
- Es un trato – Respondí estrechando su mano. – Lo quiero negro, y quiero
unas llamas grises y violetas, pequeñitas aquí debajo – Indique feliz.
- Entendido, enviare a recogerlo
en un par de horas y en dos semanas le tendrás andado – Dijo para luego irse.
Me quede algunos segundos observando el coche, contemplándole, yo no
permitiría que me dijeran que no puedo hacerlo y mucho menos escucharía un “Te
lo dije” de alguna maldita boca; asé que tendría este auto andando en la calle
en dos semanas, sin importarme que tenga que vender un riñón para pagar al
mecánico.
- Hola – Me saludo Rob entrando al garaje sumisamente. – Pensé que se
vería peor – Menciono sonriendo al mirar el auto.
- No sé a que te refieres, se ve muy bien – Respondí mirándole. -¿Qué tal
tu tatuaje? ¿Esta sanando bien? – Pregunte queriendo saber como iba sanando el
tatuaje que le había hecho el día anterior en la espalda.
- ¿Podrías verlo? Me duele un poco – Pregunto quitándose su camisa y
poniéndose de espaldas hacia mi.
- Esta inflamado… ¿Cómo le curas? – Le interrogue preocupada.
- Jabón… - Contesto adolorido.
- Eres idiota o ¿Estudias para serlo? ¡Estúpido! ¡El jabón tiene
perfumes, y espero no te lo hayas pasado por otro lugar antes de llegar a tu
espalda! Quédate aquí tarado - Exclame
para luego entrar a la casa.
Al volver el estaba sentado en un pequeño banco con su espalda doblada y
los codos sobre sus piernas.
- Mick me dijo que lo cure con jabón – Explico mirándome.
- Pero yo te dije que lo limpiaras con yodo y/o agua oxigenada – Dije vertiendo
yodo sobre el tatuaje que abarcaba casi la totalidad de su espalda. – Lo dijo
para molestarte y hacer una maldad… ¿Quién es tu tatuador? ¿El o yo? – Pregunte
limpiando su tatuaje.
- Tu… - Contesto suspirando.
- ¿Qué te ocurre idiota? No debería dolerte – Dije deteniéndome.
- No me duele… ¿Puedo hacerte una pregunta? – Me interrogó.
- Mientras no sea de índole privado
– Aclare encendiendo un cigarrillo.
- ¿Por qué no te gusto? – Pregunto
mirándome.
- Eso es de índole privado. No te
pongas la camisa, deja que la herida respire y se seque – Respondí guardando el
yodo en el botiquín y descartando las gasas.
- Es que no lo entiendo,
francamente ¿Qué defecto puedo tener? Soy guapo, atlético, cocino bien, soy
pulcro y ordenado, no fumo, ni bebo y soy mas inteligente que tu – Protesto
enojado.
- No eres más inteligente que yo;
de todos modos, no es que no me gustes, simplemente te considero un idiota
desde el día en que te conocí; eres egocéntrico y antifeminista, no puedes ver
que alguien te supere en algo y además siempre encuentras algo malo en mí –
Conteste.
- Antifeminista era, ya no lo soy;
además todos los otros aspectos que criticas en mí, tu también los tienes Lita
– Justifico Rob negando con su cabeza.
- ¿Y qué? Sólo dejemos este tema en
el olvido – Dije a punto de volverme loca.
- Dame una oportunidad. – Demando
indignado tomando uno de mis brazos. – Seré un ángel, te dejare ganar todas las
discusiones, jamás te negaré nada, no tendrás que tatuar… si tu no quieres, yo
puedo hacerte feliz. Acéptame Elizabeth – Se declaro desmedidamente acercando
su rostro al mío.
- Te diré otro defecto que no
enumeraste Rob, soy una completa perra – Conteste alejándome de el. – Feliz
cumpleaños ingles – Le salude en tanto salía del garaje.
Al entrar a casa, todo estaba
preparado para la fiesta de cumpleaños de Robert, los globos, el pastel, el
confeti, hasta me hicieron poner un ridículo gorrito de cartón en forma de cono
como si se tratara de una fiesta de cumpleaños para un niño del kinder.
- ¡¡¡¡SORPRESA!!!! – Gritaron
todos, excepto yo, al ver entrar a Rob a la sala.
- ¡Feliz Cumpleaños campeón! –
Exclamo Mick abrazando a su primo, al igual que Jamie.
- ¡Felicidades! – Le saludaron mama
y Lion, poniéndole un estúpido gorro de cono como el que todos llevábamos en
tanto la maldita Jade tomaba fotos desde todos los ángulos.
La fiesta se había vuelto multicolor gracias a la exagerada bola de
boliche que había puesto mi hermana en la sala, música y baile eran el
escenario que yo observaba desde la cocina y al terminar era ya, las 3:00 AM.
- Nos vemos Lita, ánimo amiga – Me saludo Jade dándome una paleta antes
de irse.
- Estoy bien maldita, descasa – Dije saludándole con mi mano.
- ¿Estas esperando que me valla? – Pregunto Rob entrando a la sala desde
el jardín.
- ¿Y Mick? –Pregunte asombrada de no ver
a nadie alrededor.
- Esta durmiendo con tu hermana, tu padre y tu madre también – Contesto.
- El no es mi padre, no delires tanto… Mi padre esta en Irlanda – Dije
sentándome en el sofá en tanto sonaba “No Rain” de Blind Melon en el
reproductor de música.
- Toma – Dijo el muchacho dándome un sobre con una invitación, a su
fiesta de cumpleaños que se festejaría el próximo día, domingo, en un salón al
norte de Newport.
- Sabes que no iré Robert… - Respondí mientras bebía una cerveza.
- Pues, también tiene el nombre de tu hermana – Menciono sonriendo.
- ¿Por qué eres tan bueno conmigo Robert? De verdad… ¿Crees que lo
merezco? – Pregunte elevando un poco la voz.
- No lo sé, supongo que por mas que ya me has dejado en claro que no
puedes ni verme, aun no me haz dicho esas tres palabras mágicas, tal vez,
deberías decirlas – Respondió parándose frente a mi.
- No sé a cuales palabras te refieres – Dije mirando hacia un lado.
– Si lo sabes… Deberías decirlo de una vez, tal vez así me ahorre la
saliva dedicándote las palabras contrarias - Alegó.
Asentí, tal vez esperaba que el se alejara de mi de una vez por todas y
definitivamente deje de sentir, esos sentimientos por mi que yo no me merecía
evidentemente.
- Te odio Robert – Dije mirando lo profundo de sus ojos, en tanto esas
tres magicas palabras salían de mi boca. – Qué descanses… - Agregue caminando hacia las
escaleras.
- Buenas noches Lita – Escuche decir al muchacho en tanto los escalones
marcaban con un sonido hueco mis pasos al subir, mientras con cada doloroso
latido de mi corazón parecía que los últimos escasos rastros de humanidad,
sensatez y sentimientos que guardaba dentro de mi se fueran desvaneciendo como
las gotas de lluvia al evaporarse.
Este capi esta dedicado a mi amigo adorado!
Te amodoro amigo adorado,
gracias por siempre leer mis historias ♥
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