jueves, 28 de junio de 2012

Las mujeres James - Capitulo 5º

Capitulo 5º - ¿Las decisiones correctas? 





“Ohana significa familia,
y tu familia nunca te abandona,
ni te olvida…”
Lilo – Lilo y Stitch

-¡Lita! ¡Despierta hermana! – Grito Jamie saltando sobre mi cama. –Recibí un llamado de mamá, dice que ya puede recibir visitas ¡Vamos a visitarla! ¿Si? –Exclamo en tanto yo me sentaba.
- Sabes que ella no quiere verme… - Dije haciendo una mueca con mis labios.
- Anda… Tal vez puedan arreglar las cosas… - Insistió la menor; le conteste solo asintiendo – Usemos los vestidos que ella nos regalo. Iré a preparar el desayuno – Agrego saliendo de la habitación corriendo y dando saltos como una niña pequeña.

Me puse el vestido que ella me regalo luego de bañarme y me maquille un poco; ni se porque lo hacia, era obvio que no iba a dirigirme la mirada.
Baje a desayunar con Jamie quien al contrario de mi, lucia muy bien con su vestido nuevo.

-Te vez muy bien Jamie – Dije sentándome a tomar café en tanto comía galletas.
-También tu hermana – Contesto desayunando. -¿Vamos en el auto de mamá? ¡Quiero conducir! –Agrego con una sonrisa.
- Si… como quieras – Respondí terminando de desayunar. – Ya vamos… - Ordene tomando mi bolso para luego subir al auto.

Jamie era un peligro al volante, no sabia si sus manos y sus pies no se conjugaban o era así de torpe solo en el auto de mamá, no sabia cual era el freno, ni el acelerador, ni sabia regular la velocidad con la que conducía.

-Pisa el acelerador Jamie, estamos en la carretera… - Ordené mirándola. –Conduces igual que un anciano hace el amor, llegaremos a las 10 de la noche… - Renegué.
- No me presiones, me pongo nerviosa… - Dijo ella respirando profundamente.

Como era de esperar llegamos dos horas después gracias a mi hermana.

-¡Wow! Que lindo, quiero vivir aquí… - Alegó en tanto entrábamos a Green Heaven.
- ¿Junto a la habitación de electroshock? –Pregunte riendo.

Accedimos al pabellón donde residía mamá y en ese instante a Jamie dejo de parecerle lindo. Era una amalgama de enfermeras y personas chifladas, que realmente asustaban. Jamie me abrazo fuertemente al ver esas intimidantes escenas.

-Allí esta mamá… quédate cerca de mí. – Dije para luego verle asentir y pegarse aun más a mi con sus ojos cerrados. Ella dirigió su vista hacia nosotras en tanto caminábamos hacia ella adentrándonos en el jardín.



- ¡Mamá! –Grito la menor corriendo hacia ella y abrazándola fuertemente entre lágrimas. – ¡Te extraño mucho!- Agrego de la misma manera sin separarse de ella.
- Y yo a ti hija – Contesto la mujer abrazándola y mirándome.
- Hola mamá… -Le salude manteniéndome distante.
- Hola Lita… - Me saludo de la misma manera.
- Mamá, te traje unas galletas… -Dijo Jamie dándole una caja llena de galletas preparadas por ella misma.
-Gracias hija, deberé esconderlas – Respondió riendo. – Llévale unas a aquel enfermero de allí, vio una fotografía y siempre pregunta por ti – Agrego guiñando su ojo.
- Es muy guapo… -  Susurro la menor caminando hacia el joven enfermero con la caja de galletas.
- Jamie, no te alejes demasiado – Ordene mirándola.
- ¡No lo Hare! - Exclamo sonriendo.
- Yo te traje… unos atados de cigarrillos… - Dije dándole las cajetillas. -¿Te lastiman aquí? – Pregunte al notar un golpe en su rostro.
- Claro que no… - Contesto mirándome seria.
-Mamá siento mucho que estés aquí, si fuera por mi jamás te hubiera dejado en un lugar como este, el doctor dijo que era lo mejor y que tu te sentirías bien estando aquí. Sé que estas enojada, para nosotras también es muy difícil –Explique triste mirando hacia donde se encontraba Jamie. 
- Lo sé hija, siento haber hecho eso, no volverá a ocurrir y saldré pronto de aquí; te ves muy bien… - Dijo la mujer acariciando mi cabello.
- También tu… - Conteste sonriendo.

Luego de estar un rato mas allí y de que mi hermana consiguiera el número de celular del guapo enfermero volvimos a casa de la misma forma en que llegamos, a 2 Km/h.

- ¿Qué ocurrió anoche con Jade? – Pregunto mi hermana en tanto entrábamos a casa.
- Ella no quiso hablar conmigo… - Dije frunciendo mis labios.
- Pues ve a hablar con ella ahora que estas sobria – Sugirió sonriendo.  
- Eso are… - Conteste poniendo mis ojos en blanco para luego ir en mi bicicleta hacia la playa.

Jade vivía en una casa frente al mar, a veces su hermano se mudaba con ella por un tiempo aunque ella prefiere vivir sola y hacer lo que se le de la gana.
Al legar, deje la bici a un lado, subí los pequeños escalones de madera y le di unos golpecitos a la puerta, un rostro no familiar abrió la puerta frente a mí… Dios ¿Quién era ella?

- Hola… Busco a Jade ¿Se encuentra?– Le salude mirando disimuladamente hacia el interior de la casa.
- Pues sí, iré a llamarla… -Contesto la muchacha dirigiéndose hacia el interior de la casa con una sonrisa. Retrocedí unos pasos y me senté sobre los escalones de espaldas a la puerta, sintiendo una suave brisa en tanto miraba hacia el mar.
- Hola Lita ¿Vienes a discutir o a montar olas? – Pegunto Jade riendo.
- ¡¿Cómo crees?! ¡A discutir! – Exclame poniéndome de pie.

Comenzamos a caminar alrededor de la playa, ella siempre con su cámara de fotos en su mano.

- Se que soy, fría y terca; y aburrida y que no valoro nada… y es verdad que suelo creerme superior y no quiero que nadie sea mejor que yo… y eso… - Explique mirando como las pequeñas olas que llegaban a la orilla mojaban nuestros pies. – Yo estaba equivocada y tú tienes razón. – Agregue suspirando.
-Si… Eso lo sé, discúlpame por decirte todas esas cosas Beth. Yo te quiero como eres, pero me asusta que sea tan…. Tú. – Explico mirándome mientras yo asentía.
- Entiendo… ¿Quién es esa chica? – Pregunte dirigiendo mi vista hacia ella, se puso nerviosa al instante y yo me sentía inexplicablemente algo celosa.  -¿Quién es? – Volví a preguntar.
- ¡No te interesa! –Grito alejándose de mí y sentándose a tomar fotos.
- Claro que sí, no hay secretos entre nosotras ¿Es tu novia? ¿O solo un ligue? – La interrogué riendo.
- Yo no tengo ligues… -Contesto seria.
- ¿Entonces es un relación seria? – Volví a interrogarla sentándome junto a ella.
- Supongo… - Dijo tomándome una foto.
- Ya veo… Entonces hace tiempo que lo ocultas porque no sueles traer parejas a tu casa Jade – Repliqué mirándola obviamente algo disgustada.



- ¡Wow! Eres un genio Lita… - Evidencio. - ¿Por qué te enojas? No tenia ganas de hablar de eso… ¿Estas celosa? – Pregunto riendo.
- ¿Celosa yo? ¿Por qué lo estaría? Puedes hacer de tu trasero un cuadro Jade, no me interesa – Conteste con desmesura.
- Pues yo creo que si te interesa, de todos modos te diré que ella nunca ocupara tu lugar amiga mía… - Aclaro revolviendo mi cabello.  -¿Quieres conocerla? – Pregunto sonriendo.
- Obvio, ¿Cómo podría hacerlo? Ya la conozco, gracias por la oferta de todos modos, que sean muy felices, les doy mi bendición  -Dije dándole unas palmadas a mi pecho mientras ella reía. 






miércoles, 27 de junio de 2012

Las Mujeres James - Capitulo 4º


Capitulo 4º - Voces en el piano




“Las mariposas deben estar en pareja,
si solo hay una… la otra estaría muy sola”
Charlene Choi - The Butterfly Lovers

Narrado por Jamie, en un fragmento de su diario intimo.  24 de Junio.

“Todo estaba tan mal todos los días que mi existencia se había convertido,  aparentemente, en una espesa y oscura nebulosa inundada de preguntas sin respuestas.
De pronto llegue a la conclusión de que a no ser que algo cambiaria mi vida, me convertiría en una mujer sola, y acabaría chiflada como mi madre o frígida como mi hermana Lita, y aun que ambas tomamos la decisión de no dejarnos vencer por esa maldición, las cosas no avanzaban como yo me lo esperaba; estábamos mas solas que nunca, yo lejos de mamá lo que me afectaba demasiado y Lita lejos de su amiga Jade; lo que la hacia realmente histérica e insoportable al mismo tiempo.
No entiendo, por que una chica tan linda como yo pasaba por estas situaciones…

- ¡Estoy en casa! –Avise al entrar luego de un arduo día de trabajo. Y allí estaba Lita sentada en el sofá leyendo un libro todo viejo y mugroso. - ¡Aish! ¿Por qué eres tan extraña hermana? – Pregunte mirándola recibiendo como respuesta un arqueo de hombros de su parte. – Creo que ya es hora de que hables con Jade… - Sugerí sentándome junto a ella. 
- ¿Por qué? Es decir… ella me dijo cosas horribles; una persona normal no lo perdonaría… - Contesto mi hermana mayor volviendo la vista a su libro.
- Primero, debes hacerlo porque no soporto tu cara de trasero; segundo no eres una persona normal y tercero debemos intentar arreglar las cosas. Imagina que mamá no puede volver y encontrarnos así; algo debe cambiar… - Explique usando mi arma mortal que consistía en mirarla con mi rostro mas triste jamás actuado.

Ella dejo su libro a un lado y me miro.

-¿Eso quieres? –Pregunto suspirando. - ¿Qué se supone que hagamos? – Volvió a preguntar encendiendo un cigarrillo.
- Primero, cenar; segundo salir a divertirnos; tercero y cuarto; consigue un trabajo y habla con Jade… -  Ordene sintiéndome por primera vez la mayor.
- Esta bien… Lo haremos… - Dijo Lita tomando el teléfono y encargando una pizza.

Cenamos tranquilamente, mi hermana seguía con la misma cara, de mal humor, que generalmente tenia. Nos cambiamos luego de un rato y comenzamos a recorrer los bares de la cuidad.



-No… No quiero entrar allí… - Rezongo en tanto yo tiraba de su brazo, obvio ella ya esta ebria… Y yo… sólo un poco.
- Prometiste hablar con Jade ¡Ella trabaja aquí! –Exclame en voz alta entrando con ella al bar. - Anda… -Agregue sentándome en la barra.
- Ay Dios… ¿Qué hacen aquí? – Pregunto Jade acercándose a nosotras.
- Hablábamos mal de ti, muy mal… - Conteste  riendo. – Quiero un Martini, por favor – Pedí mi trago mirando a mi hermana quien hizo una seña con su mano indicando que ya no quería beber más.
- Lo imagino… Aquí tienes  - Dijo la muchacha dándome mi trago, arqueando sus labios en tanto desviaba la vista hacia Lita , que como es de suponer, estaba con su cabeza y sus brazos apoyados en la barra a punto de entrar en un coma alcohólico. –Saldré en una hora… y las llevare a casa… - Agrego para luego continuar con su trabajo.
Lita me miro, separando su rostro de sus brazos por unos segundos. Creo que estaba demasiado ebria porque en esos segundos que ella dirigió su mirada hacia mi vi sus ojos inundados de lagrimas, creo estar ebria porque el ver a mi hermana mayor llorando no es algo típico, no recuerdo cuantas veces la he visto llorar pero si se que puedo contarlas con una sola mano.
Yo no sé como manejar esta situación, a decir verdad nos ha costado demasiado desde que mamá esta lejos, ha sido muy difícil para mí; no imagino como lo será para ella que es la encargada de todo cuando mamá no esta.
Termine mi trago apresurándome y acaricie su cabello.
- Hermana… ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras? –Pregunte actuando seriamente como muy pocas veces lo he hecho con un par de copas de más.
- Me siento bien – Contesto ella, separando sus brazos de su cabeza y regalándome una sonrisa. –Me divertí mucho hoy… - Explico manteniendo su sonrisa.
- También yo, entonces deberíamos hacerlo mas seguido… - Dije acariciando su cabello.

Ella me abrazo fuertemente  apoyando su rostro en mi hombro, creo que realmente estaba ebria, también creo que si ella seguía actuando así jamás encontraría pareja, y otra vez comencé a pensar en esa maldita maldición.

Ambas lo prometimos, prometimos que la maldición no nos dejaría solas y por más que una encuentre pareja, no cumpliríamos nuestra promesa si una de nosotras estaba sola…

- Ya vamos... – Dijo Jade acercándose a nosotras, claro esta que ella nos ayudo a llegar a su auto en tanto Lita y yo caminábamos abrazadas y desviándonos hacia los lados de la acera.

Al llegar me recosté en el sofá y tome al café que Jade me preparo, mi hermana estaba arriba en su habitación, luego Jade subió a hablar con ella… normalmente escucharía tras la puerta pero me contuve y además no podía subir las escaleras ¡Jajajajaja!
Luego escuche el piano, sabia que mi hermana tocaba cuando estaba triste o ansiosa, es como si hablara a través de el y yo llegue a la conclusión de que la única persona que tengo es ella y que ella solo me tiene a mi, si no soluciona sus problemas con Jade.
No nos ocurrirá lo que mamá, seremos felices a como de lugar…”



¿Por qué nos ocurre esto? ¿Habremos hecho algo mal? ¿De verdad existe esa maldición? O tal vez, somos nosotras las que nos escudamos en eso para que no salir heridas…


                                         

sábado, 23 de junio de 2012

Las mujeres James - Capitulo 3º

Capitulo 3º- ¡Mierda! 



“Estaba a punto de convertirme en
Glenn Close en Atracción Fatal”
Reneé Zellweger –
El diario de Bridget Jones

Habían pasado dos semanas de la última vez que vimos a mamá, y eso fue, exactamente cuando ella se fue al hospital Green Heaven, siempre le llamábamos ya que no nos permitían hacerle visitas, aunque, ella parece estar enojada conmigo ya que siempre habla con Jamie.
Estaba a punto de salir de la cafetería cuando la jefa pidió hablar conmigo a solas; sabia que había asuntos personales conmigo, aunque no tenia en claro cuales eran, termine de convencerme de eso ese día.

-¿Quería hablar conmigo? – Dije entrando a la pequeña cocina de la cafetería.
- No exactamente, aquí tienes tu paga de este mes, mas tres meses de sueldo más – Contesto dándome un sobre.
- Um… No lo entiendo… ¿Me esta despidiendo? – La interrogué asombrada.
- Creo que no entiendes las reglas, siempre llegas tarde, te vistes de forma inapropiada, no están permitidos los tatuajes ni los pirsings – Explico mirándome sería.
- Eso no tiene nada que ver con mi forma de trabajar, no acepto ese motivo, además sabes muy bien el motivo por el cual tengo problemas con el horario, pero esta bien, entiendo que le moleste mi forma de vestir a alguien que viste como una… prostituta de calles bajas como usted. – Conteste tomando el sobre, mi abrigo y saliendo de la cafetería realmente enojada.  – Perra… ¿Quién se cree? Aish, que maldita bruja adicta a las cirugías ¡Me arruino la noche!… - Me decía a mi misma en tanto caminaba hacia casa, debajo de una tenue llovizna.

¿Qué problemas tiene? ¿Tan mal me visto? ¿Qué más me podría suceder?
Me preguntaba tratando de tranquilizarme en tanto caminaba.

De pronto un gran y feo perro salio de la nada y comenzó a ladrar como si estuviera poseído frente a mí. -¡Vete perro! –Grite enojada tratando de esquivarlo, lo que fue peor porque aquel gran perro salto sobre mi. -¡Ah! ¡Esta bien! ¡Toma! ¡Llévate todo! – Dije dando le un chocolate mientras gritaba.
-¿Estas bien? –Pregunto un muchacho quitándome el perro de encima y ayudándome a ponerme de pie.
- ¡No! – Conteste esquivándolo y continuando con mi camino, una tras otra las desgracias fueron ocurriendo esa noche, y prosiguió con una tormenta. - ¡Maldición! ¡Déjame llegar sana y salva a mi casa! –Exclame en tanto el muchacho aquel reía. - ¡¿Y tu que me ves?! – Volví a gritar.

Y casi lo lograba, estaba a unas pocas calles, solo me quedaban esas pocas calles para llegar y estar calentita bebiendo un café, pero no… Obvio, un auto debía cruzar l esquina mientras yo caminaba con mis ojitos brillantes hacia mi casa, mojándome y llenándome de barro.

-¡Maldito infeliz! –Grite demasiado cansada como para pensar en como me veía. Antes de entrar a casa, note que todas las luces estaban apagadas, me pareció algo extraño que Jamie se fuera a la cama tan temprano.

Al entrar, estaba tan enojada que ni siquiera gire el picaporte sino que abrí la puerta de una patada.

-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! – Escuche a mi hermana y a Jade, quienes estaban mirando una película de terror, gritar y abrazarse con sus ojos llenos de lágrimas al verme.
- ¡Aléjate espíritu maligno! – Grito Jamie en tanto yo miraba hacia todos lados confundida.
- ¡Mierda! ¡Lita! ¡¿Qué te ocurrió?! Pareces un linyera… –Pregunto Jade acercándose a mi.
- ¿Tan mal me veo? –Pregunte en tanto las escuchaba reír. – ¡Me despidieron, me moje con la lluvia, un perro quiso descuartizarme y me robo mi chocolate, y un auto me lleno de barro! – Explique enojada
- Te ves ridícula, pronto encontraras otro trabajo hermana; mejor sube y date una ducha, apestas… - Dijo Jamie riendo. 
- ¿Lo dice alguien que abrazo a Jade llorando como un bebe del miedo? –Pregunte irónicamente burlándome de ellas, para luego subir a mi habitación.



Al salir del baño vi que Jade estaba recostada en mi cama mirando la TV.

-Te traje la cena… - Dijo la muchacha comiendo la cena que traía para mi en tanto miraba TV.
-Gracias, no tengo hambre… -Conteste dejándome caer sobre la cama.
- ¿Qué te ocurre? ¿No tengo que abrazarte verdad? –Interrogó Jade mirándome preocupada.
- ¡Por dios no! – Respondí riendo. – Es solo que necesito a alguien, todo se esta volviendo monótono y aburrido ¿Crees que sea cierto lo de la maldición? – Pregunte mirando hacia el techo.
- No, creo que si no tienen suerte en sus relaciones es culpa de ustedes o de sus parejas, no de una maldición, y en tu caso… -Explico riendo.
- ¿En mi caso que? – Volví a preguntar llevando mi vista hacia ella.
- Creo que aspiras muy alto… - Contesto en voz baja. – Se realista, no buscas a nadie que tenga menor coeficiente intelectual que el tuyo, un auto, sea de un buen vecindario… Seamos sinceras, no quieres a nadie de The Valley – Aseguro.
- ¿Eso que tiene de malo? ¿Quieres que termine como mi madre acaso? Una puede elegir a quien amar…- Me justifique suspirando.
- Nunca te has enamorado de ninguna de tus parejas, jamás derramaste una lagrima por ellos y mucho menos los valoraste; Game Over Lita – Evidenció mirándome seria.
- ¿Puedes ser un poco imparcial? ¿Ahora me dirás que ellos eran buenas personas? –Pregunte enojada.
- Cada uno tiene lo que se merece, grábatelo en la cabeza. Te diré la verdad, eres muy buena persona y además eres guapa, si te gustaran las mujeres yo sería tu novia; pero creyéndote una persona mas madura de lo que eres, no llegaras a nada… Eso que tienes allí no es solo un músculo Elizabeth… - Dijo ella señalando mi pecho.
- ¿Eso es una confesión? – Pregunte riendo.
- ¡No, te comienzo a odiar idiota! ¿Escuchaste algo de lo que te dije? – Contesto mirándome con rechazo. 
- ¿Por qué eres así? ¡Me dices todas estas cosas, como si yo fuera un robot sin sentimientos, como si no supiera que es el amor! ¡¿Y tú que?! –Exclame enojada.
- ¿Yo que? ¿Acaso hablamos de mí? ¡Tu problema es que te crees mucho y eso te deja así de pequeña! Continúa con tus libros, tu música, tu intelectualidad y tu ropa de hija del diablo… ¡Así terminaras, sola con tus libros que huelen a…! ¡Mierda! – Exclamo en voz alta arrojándome una almohada y caminando.
- ¡¡¡¡Vete!!!! –Grite realmente a punto de explotar.
- ¡¡¿Y que rayos crees que hago pedazo de idiota?!! – Contesto ella de la misma manera cerrando la puerta de un golpe.
-¿Estas loca? – Pregunto Jamie entrando a mi habitación.
- Jade es la chiflada, no yo… - Respondí cubriéndome con las frazadas hasta tapar mi cabeza.
- No te pongas así hermana, ya se arreglaran las cosas – Dijo la menor dándome unas palmadas en la espalda. – Buenas noches – Me saludo recostándose a mi lado.  
- Estoy bien… - Aclare aun debajo de las mantas.
- Si… Lita… Descansa… -Volvió a saludarme ella jalando las mantas para taparse.

¿Qué era esto? ¿Jade se había vuelto chiflada? ¿Yo era una idiota, robótica, interesada y sin  sentimientos? Pensaba debajo de esas mantas intentando quedarme dormida…

- Maldita Jade… 




jueves, 21 de junio de 2012

Las mujeres James - Capitulo 2º

Capitulo 2º - Eve 




 “Madre es el nombre que le dan a dios
Los labios y los corazones de los niños”
Brandon Lee – El cuervo

Al día siguiente desperté muy temprano por la mañana y me decidí a preparar el desayuno para mi madre y mi hermana; ya que bueno, mi madre no sabia cocinar, mas bien, no lo hacia directamente.
- Buen día hija… ¿Qué preparas? -Me saludo mi madre acercándose a mí.
- Hola mamá, hotcakes – Conteste sirviéndole café.
- Hoy no iré a trabajar… Podrías pedir tu día libre e iremos de compras… -Dijo aun parada junto a mí.
- Lo siento mamá… No puedo… - Respondí para luego seguir cocinando.

¿Mi madre quería pasar tiempo conmigo? ¿Qué le ocurría? ¿Estaba en una dimensión paralela o algo así? La note extraña, ni siquiera había arreglado su cabello ni estaba maquillada, mas aun me asuste cuando comenzó a acariciar mi cabello suavemente, era extraño, no lo había hecho en mucho tiempo, mucho menos de esa manera…

-¿Estas bien? – Pregunte mirándola, por supuesto que note esa expresión de tristeza en su rostro.
- Claro que sí hija… - Contesto esbozando una leve sonrisa.
Suspire - ¿Quieres que pasemos tiempo juntas? – La interrogue mirándola con algo de culpa. –Esta bien… pero solo por la mañana, solo puedo tomarme medio día… - Explique sonriendo levemente.
- Es suficiente, iré a cambiarme – Dijo antes de subir a su habitación.
- Esta mujer, me preocupa… - Susurre sirviendo el desayuno para todas.
- ¡Hotcakes! –Grito Jamie sentándose a desayunar.
- ¿Iras a trabajar? – Pregunte sentándome a desayunar junto a ella.
- Por supuesto, ¿Tu no? – Me interrogo.

En ese momento mi madre entro a la cocina, luciendo un vestido color azul que le llegaba hasta por debajo de las rodillas, realmente se veía bien.

- Lita, saldrá conmigo hoy – Interrumpió la mujer sonriendo. Inmediatamente recibí una mirada extraña de Jamie.

Le mire haciendo una mueca con mis labios, luego mire a Eve, la notaba extraña… no parecía ella, a decir verdad parecía que ocultaba algo.

-¡Adiós! ¡Diviértanse! –Exclamo Jamie para luego salir corriendo a su trabajo con una tostada en la boca.
-¿Nos vamos? – Pregunto mi madre mirándome.
- Si, ya vamos… - Dije dejando las cosas del desayuno sobre la mesada.

Y pues claro, como no podía ser de otra menara mi madre me llevo al Shopping, compro toda clase de regalos innecesarios, para mi y Jamie; hasta compro un collar para Louis mi gato que de hecho odia por ser negro y siempre cruzarse en su camino.

-¿Te gusta ese vestido? – Pregunto señalando un vestido rosa algo ridículo.
- No me gusta el rosa mamá, y ya creo que compramos demasiado. – Conteste cargando alrededor de 20 bolsas.
- Ya casi es hora del almuerzo, llama a Jamie y dile que almorzaremos en ese lugar que a ella le gusta – Me ordeno.
-Esta bien… -Dije para luego llamar a mi hermana. Claro, como se trataba de comida ella acepto encontrarnos con gusto. – Mamá… ¿Por qué hacemos esto? ¿Qué ocurre? ¿Me vas a pedir algo? – La interrogue en tanto caminábamos al restaurante.
- ¡Jajajajaja! Para nada… - Contesto riendo. –Es solo que… me he dado cuenta, de que suelo dejarte mucho de lado. No te demuestro que te amo igual que a tu hermana, supongo que es porque me recuerdas mucho a tu padre, te vez muy… alemana – Explico haciendo referencia al país de mi padre.
- ¡Es de Irlanda! –La corregí inmediatamente. – No necesitas demostrarme nada mamá… yo lo entiendo… - Agregue mirando hacia otro lado.
- Como sea, allí esta tu hermana esperándonos. –Respondió entrando al restaurante.

Luego de almorzar fui a mi trabajo, trabajaba en una cafetería en el centro de la ciudad; aun pensaba en mamá, jamás le reclame nada, no se porque lo hacia yo se con solo verme al espejo que tengo los ojos, el cabello y hasta mis gestos iguales a los de mi padre quien según ella, fue el hombre quien mas le ha lastimado; supongo que no debe ser sencillo vivir con alguien que sea tan… idéntico en cierto modo.
Pase la tarde en la cafetería, solo sirviendo café y pasteles y minutos antes de mi horario de salida Jade llego y espero por mí para que vayamos juntas a mirar “el exorcista”, nuestra película favorita.

Ya había oscurecido mientras caminaba a paso lento hacia casa, cuando de pronto recibí una llamada de mi hermana, diciéndome que vaya hacia el hospital lo antes posible, me aterre, no sabia que ocurría, ni con que iba a encontrarme al llegar al lugar; corrí, corrí los mas rápido posible; no veía autos, ni semáforos y mis piernas no me respondían, solo temblaban al momento de entrar al hospital. No sabia que hacia, mientras recorría los pasillos del hospital en busca de mi hermana, ni siquiera sabia por que rayos estaba allí.

-¡Lita! – Grito Jamie corriendo hacia mí. - ¡Es mamá! – Exclamo llorando y abrazándome fuerte.
- ¿Qué? ¿Qué ocurre con ella? – Pregunte asustada.
- Le están haciendo un lavado de estomago, cuando llegue a casa, ella estaba en el sofá y no me respondía… Tomo demasiadas píldoras…con vodca…- Explico sollozando sin soltarme. - ¿Qué haremos hermana? – Pregunto temblando.

Intente mantener la calma en tanto esperábamos noticias del doctor, pero no podía evitar abordar a todas las enfermeras que pasaban por allí; y, llegue a la conclusión de que ella había estado planeándolo, debí imaginarlo por su comportamiento por la mañana.

- Tranquila Jamie, ella estará bien, lo prometo. – Dije tomando su mano.

Horas después, luego de hablar con el doctor, y escuchar todo lo que no quería escuchar. Volví a casa junto a mi hermana a preparar las maletas de mi madre.




- No podemos hacerlo Lita, nos va a odiar luego. – Se interpuso Jamie tomando mi brazo fuertemente.
- Ya escuchaste al doctor, ella necesita descansar ¿Quieres que lo haga otra vez acaso? – Conteste llenando una maleta con ropa de mi madre. Ella se sentó en la cama, llevando sus manos a su rostro para cubrir el llanto. – Lo siento hermanita, pero es por su bien, no importa si se enoja, es lo mejor para ella… Debes entenderlo y ser fuerte - Agregue sentándome frente a ella.
- ¿Saldremos de esto verdad? – Pregunto mirándome con sus ojos llenos de lágrimas.
Asentí, tratando de ser optimista por primera vez en mi vida. – Claro que sí, lo superaremos… Ella no estará mucho tiempo allí, pero debe estar allí, no podremos hacerlo solas… - Explique abrazándola.

Volvimos al hospital rápidamente, con las valijas, esperando poder verle aunque sea por unos minutos, el doctor dijo que era mejor que evitemos la despedida por el bien de ella; y la vimos… através de una puerta de vidrio. Ella dirigió su mirada a nosotras, ambas notamos que nos miraba con enojo. Yo solo me mantenía parada mirándole en tanto mi hermana se afirmaba sus manos y su frente sobre la puerta, evitando con fracaso no llorar.

- Vamos Jamie, volvamos a casa… - Dije tomando su mano.
- No… Pero… - Se negó en tanto yo jalaba su brazo fuertemente.
- Ya no podemos hacer nada aquí hermana – Conteste caminando y tirando de su brazo mientras una terrible tristeza me inundaba  al ver a mi hermana menor no separar su vista de aquella puerta, aunque mi madre ya había desaparecido.

Me sentía responsable, si tan solo hubiéramos tenido más comunicación o yo hubiera dejado de evitarla, esto no pasaría… Y no podía evitar, preguntarme  en tanto miraba a mi hermana ¿Qué pasaría con nosotras? ¿Terminaríamos también de esa manera? 




miércoles, 20 de junio de 2012

Las mujeres James - Capitulo 1º


Capitulo 1º - La promesa



                                                                “Aquellos que no aprenden de su propia historia, están condenados a repetirla” - George  Santayana.

Todo comenzó el día en que el novio numero 100 de mi madre se fue de casa, fue ese día domingo en el cual nos dispusimos con mi hermana a no repetir la historia de mi madre.

Y allí estaba ella, devorando cupcakes para ahogar su llanto por la pérdida de su amado en tanto mi hermana y yo desayunábamos demasiado acostumbradas a aquella situación.

- ¿Saben que pienso? –Pregunto Jamie, mi hermana menor mirándonos. –Que era gay… -Agrego riendo para luego recibir un golpe de mi madre.
- ¡No era gay! ¡Es la maldición! – Exclamo Eve, mi madre, enojada.
- No, no es la maldición, es tu culpa… -Dije intentando mantener la concentración en un libro. –Según tu, la maldición fue culpable de que papá te dejara y que el padre de Jamie se fuera, pero fue tu decisión dejarles ir… -Aclare encendiendo un cigarrillo.
- Lita, lastimas mis sentimientos, mírate, eres igual a tu padre –Contesto la mujer.
- Y ¿Tu qué Lita? –Dijo la menor riendo.
-Yo soy feliz con mi novio, gracias por preguntar – Respondí.
- Mamá… Deberías ponerte un vestido lindo y salir con tus amigas – Sugirió Jamie.
-Y luego volver a casa con otro hombre, como siempre haces – Proseguí riendo.
- ¡Eres muy fría Elizabeth, si fuera otra clase de madre ya te hubiera golpeado! – Grito la mujer mirándome.

La mire seria, ya estaba harta de esas taradeces, si siempre le pasa lo mismo, entonces el problema es ella, no sus parejas.

-Si fueras otra clase de madre, tendrías una pareja estable, o serias soltera y posiblemente mas seria… - Replique enojada.
- ¡¿Siempre tienen que discutir así?! ¡Mamá, tu ya eres mayor y tu Lita eres una aburrida y parece que estas estreñida todo el tiempo!… Debo ser adoptada… -  Acusó la menor para luego continuar con su desayuno.
- Y tu te pasas de pendeja… - Conteste arrojándole una tostada.
- ¡¡Mamá!! ¡¡Dile algoooo!! – Grito mi hermana agravando su voz.
- ¡¡Ya!! ¡Deténganse o las mato! – Exclamo la mujer, mirándonos con algo de psicopatía y luego dirigiéndose a la puerta al escuchar el timbre.
- ¡Beth! ¡Lita! ¡No vas a creer esto! – Grito Jade corriendo hacia mí, casi atropellando a mi madre en el camino.
- ¿Qué? – Pregunte mirándola asustada.

Jade: Mi mejor amiga, tiene 25 años, estudiante de abogacía, le gusta espiar a las personas (Lo hace todo el tiempo)

Arrojo un montón de fotos sobre la mesa y luego me miro. Mi madre y mi hermana peleaban por las fotografías mirándolas, en tanto yo escuchaba el típico “Ooh” seguido por unas tenues risas.
Suspire mirando las fotos, en donde mi novio, ahora ex novio, estaba con otra chica.



-¿Los seguiste? –Pregunte mirando ami amiga.
- No, solo estaba allí y llevaba mi cámara... – Explico comiéndose mi tostada. -¿Estas bien? – Me interrogó.
- ¡Es la maldición! –Grito mi madre sollozando.
- Hermana… ¿Te sientes bien?- Pregunto Jamie mirándome.
-¡No existe ninguna maldición mamá! ¡Estoy bien! ¡¿Qué pasa?! ¡¿Me ven mal?! –Reproche para luego verlas negar.
-Si, si… estas muy bien Lita… Estas muy bien… -Aseguro Jade poniendo sus ojos en blanco y alejándose de mí.
- ¿Y ella quién es? –Pregunto mi hermana mirando a la muchacha.
- ¿Por qué debería saberlo? – Contesto ella riendo. Automáticamente todas dirigimos la mirada hacia ella, era imposible que no lo supiera siendo Jade. – Es la hija del dueño del hotel Newport Beachside, ese que esta frente a la playa – Explico.
- Gracias Jade, deja ya de perseguir a las personas – Dije volviendo la atención a mi libro.
- ¿Eso es todo? – Pregunto Jamie mirándome.
- ¿Qué mas quieres que haga? ¿Llorar como mamá? –Sugerí manteniéndome seria. No voy a negarlo, parecía que mi corazón estaba disolviéndose lentamente.
- Pues, vengarte tonta… - Se quejo Jade. 
-No perderé mi tiempo con ese idiota Jade, te lo agradezco, pero prefiero comer popo que preocuparme por el –Respondí indignada por dentro.
-Bien por ti hermana. –Dijo la menor asintiendo con su cabeza.
- Jade ¿Quién es ese tipo con el que hablabas ayer? – Pregunto mi madre, ya eligiendo a su próximas victima.
- Es mi profesor de psicología, es gay y esta en pareja, lo siento Eve – Contesto riendo en tanto mi madre volvía a deprimirse. - ¿Qué es eso de la maldición? –Pregunto la muchacha sirviéndose el desayuno.
- Según nuestra abuela, una mujer hechizo a su madre por que se acostó con su marido o algo así, entonces desde ese momento, todas las generaciones de mujeres James no han tenido suerte con los hombres y murieron solteronas – Aclaro Jamie mientras Jade entraba en un ataque de risa.
-¡Jajajajajajajajaja! ¡Que mujeres tontas! ¡Por dios! ¡Este tema merece una investigación detallada! –Exclamo riendo. –Realmente están chifladas –Agrego comiéndose los cupcakes de mi madre.
- ¡No digas eso! ¡Es porque a ti no te ha pasado! –Grito mi madre enojada.
- Y eso es porque me gustan las mujeres –Respondió y luego se escucho el ruido de las sillas de mi madre y mi hermana alejándose de ella. – Descuiden, me gustan las mujeres inteligentes – Explico, haciendo que mi hermana y mi madre dirijan la mirada hacia mi.
- ¿Qué cosa? –Pregunte escuchando sus risas.
- Inteligentes, pero normales y tiernas –Volvió a aclarar la muchacha riendo.
- ¡Cualquier persona puede decirme rara menos tu Jade! –Exclame enojada.
- ¡Esto no puede estar ocurriendo! ¡Somos chicas muy bonitas y buenas! ¡Y jóvenes! ¡Y sexys! –Grito Jamie parándose sobre la silla.  -¡No nos rendiremos! ¡Encontraremos al muchacho perfecto hermana! ¡Es una promesa!  – Dijo de la misma manera mirándome.

Jade rió, y me dio un pequeño golpe con su codo. Decidí seguirle el juego, realmente nunca creería que llegaríamos a algo con una tontería así.

- ¡Si! ¡Así será! ¡Lo encontraremos! –Dije imitándola y parándome sobre la silla.

Juntamos nuestras manos, una sobre la otra. – 1, 2, 3 ¡¡¡Fighting!!! –Gritamos al unísono en tanto Jade y mi madre reían al ver la escena. 
- ¡Jamás lo lograran! - Grito la mujer asustada.

Y por la mañana siguiente, todo empeoro....




                                                   

lunes, 18 de junio de 2012

Las mujeres James


Esta historia es mía y puramente mía, tan mía que aun no comencé a escribirla. 


Pero ahí va la trama y los personajes principales, no supongo nada... 
No haré cálculos, no sé si sera corta o larga, la cantidad de capítulos ni nada.... 

Las mujeres James

Relata la historia de dos hermanas  veinte añeras que viven junto su madre en una gran casa a las afueras de Newport , se disponen a romper la supuesta “maldición” de las mujeres de familia James que supone, que todas quedaran solteras luego de pasar por gran cantidad de relaciones; así le ocurrió a la madre de su abuela, a su abuela y a su madre. Esperando no ser la siguiente generación de fracasadas en el amor, y ya contando con varios romances en su haber, las hermanas se proponen encontrar cada una al muchacho de sus sueños.

·        Personajes Principales:

♥     Elizabeth (Lita): La mayor de las hermanas, tiene 24 años, es muy reservada, tranquila y culta; le gusta leer, escribir y escuchar música retro y gótica. Sus relaciones nunca fueron buenas, no guarda ningún recuerdo de ellas ni de sus antiguos novios, no suele mostrar sus sentimientos. Trabaja en una cafetería, sobre protege a su hermana menor demasiado. Piensa que su madre y su hermana son pocos serias y que se divierten mucho.
Su apariencia es muy extraña, siempre usa ropa negra, tiene el cabello castaño oscuro y largo, sus ojos son grises.


♥    Jamie: La hermana menor, tiene 22 años, le gusta divertirse, sus gustos musicales y de parejas son variados, es muy activa, suele pasar el tiempo bailando o saliendo con sus amigos. Trabaja en una tienda de ropa. Piensa que su hermana es rara, y a veces dice que es adoptada, discute mucho con su madre aunque su relación es muy cercana con ambas.
Es rubia y tiene ojos color azules, su tez es clara pero no tanto como la de su hermana, aunque siempre suele quejarse de ello, tiene el cabello rubio y ondulado.


♥     Eve: La madre, dentista; aunque sus hijas dicen que ya se le acabo el tiempo, le gusta tener citas y salir mucho, no sabe cocinar ni aconsejar bien a sus hijas, aunque siempre intenta emparejarlas con chicos. No entiende a ninguna de sus hijas, no entiende como pueden ser tan extrañas y siempre suele culpar a los padres de estas.
 En aspecto es parecida a su hija menor, siempre cuida de si misma, se viste como es, muy poco seria, también tiene ojos claros y cabello rubio y lacio en un corte carré  aunque lo lleva recogido la mayoría del tiempo. 


Es lo que tengo por ahora...  Take care everybody